¿La Interpretación y traducción por Inteligencia Artificial (I.A.) son viables?
El futuro nos está alcanzando. Lo que hace apenas veinte años nos podía parecer producto de una película de ciencia ficción, es hoy en día la más cercana de las realidades. El mundo del lenguaje y la localización no es la excepción. En la actualidad existen diversas aplicaciones y dispositivos aislados que ofrecen generar traducción e interpretación por inteligencia artificial, por medio del ingreso del texto o las palabras a traducir o interpretar. En el siguiente artículo explicaremos cómo funcionan estas aplicaciones y el papel del los intérpretes y traductores dentro del desarrollo tecnológico.
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¿Cómo funciona una aplicación para traducción / interpretación por inteligencia artificial?
Las aplicaciones para interpretación o traducción por inteligencia artificial funcionan como bases de datos. Es decir, utilizan traducciones hechas públicas para enriquecer su banco de información. Cuando un usuario busca una frase que ya ha sido subida previamente a la red, en más de un idioma, la aplicación toma esa frase y la arroja como resultado al usuario.
Lo anterior, en efecto, quiere decir que estas aplicaciones de interpretación y traducción por inteligencia artificial pueden ser muy útiles para interacciones sencillas con las que busquemos comunicarnos de forma superficial o para textos populares, tales como frases de libros o revistas; pero para otro tipo de contenido, no resultan la opción más precisa.
A continuación explicaremos las desventajas de la interpretación y traducción por inteligencia artificial frente a la forma tradicional, valiéndonos de recursos humanos.
¿Por qué un intérprete o traductor es irremplazable?
Quienes nos dedicamos a la fascinante profesión de la traducción o de la interpretación hemos tenido que empezar a acostumbrarnos a comentarios como “¿sabes que ya existe una aplicación que hace tu trabajo?” o quizá algo como “¿qué vas a hacer cuando X aplicación que acaban de desarrollar en Japón llegue a nuestro país? ¿De qué vas a vivir?” A lo que, con el paso del tiempo, hemos aprendido a responder con un condescendiente “ya veré”.
Es verdad, la inteligencia artificial es uno de las creaciones que más ocupan la imaginación del hombre. Con ella se piensa que se podrá prescindir de personas en muchas tareas cotidianas, además de optimizar la práctica de miles de profesiones, entre ellas por supuesto, la de traductor o intérprete simultáneo. Pero, ¿es realmente posible? La respuesta aún es negativa. La traducción e interpretación pueden parecer ocupaciones simples, como dijimos anteriormente en este artículo, las aplicaciones de interpretación o traducción automatizada nos han hecho pensar que la idea de sustituir a los seres humanos es ya un hecho, pero no es así.
La traducción automatizada nos ofrece una amplia variedad de frases hechas para comunicarnos de manera básica, para conocer el significado de una palabra aislada o hasta de un refrán muy popular con el que nos encontremos en un texto que podemos comprender medianamente; pero hay algo que estas aplicaciones aún no pueden ofrecernos: la creatividad y el criterio de un traductor o intérprete. ¿A qué nos referimos con esto? Muy sencillo. La interpretación o traducción por inteligencia artificial no tiene la capacidad de discernir entre contenido de significado literal o abstracto, como por ejemplo, el verso de algún poema o la utilización de alguna metáfora con la que queramos explicar un tema, a menos claro, que la traducción de alguno de estos ya exista en la red y en el idioma en que el usuario lo requiere. Por otro lado, en el caso de interpretación, una aplicación no será capaz de comprender la entonación con la que el hablante se dirige ni transmitir la emoción que éste quiere expresar. Esto último nos remite al concepto básico de interpretación: transmitir la idea de quien habla al idioma del destinatario, de manera que la comunicación pueda realizarse en tiempo y forma, pero no necesariamente utilizando las palabras exactas (pues de un idioma a otro, algunos usos de frases no son traducibles sino equivalentes a otras). ¿Cómo podría una aplicación de interpretación por inteligencia artificial determinar la equivalencia de una frase no traducible a una en otro idioma? No podría, a menos que contara con una interpretación ya existente en la red en su base de datos o con una avanzada inteligencia artificial. Pero esto no nos preocupa, pues cuando un intérprete o traductor pueda ser sustituido con este tipo de tecnología, significará también el fin de médicos que den diagnósticos o abogados, entre otras profesiones basadas mayormente en el criterio humano.
Así que no nos preocupemos, pues pasará un buen tiempo antes de que la tecnología se convierta en una ruda contendiente para el ser humano, mientras tanto, sigamos echando mano de ella para facilitar nuestras vidas.
¿Alguna vez sentiste que una máquina o un software sería capaz de dejarte sin trabajo?